Cómo volverse puré de papas

Cómo volverse puré de papas

Las papas pueden creer que son uno cuando están plantadas. En la cosecha se sienten más uno. Luego en la verdulería más… pero todavía no son uno.

Las compra una señora y las pone en una canasta: ahora sí creen que son uno. Todavía no.

Luego las pela y se sienten todas juntas… pero juntas no son uno.

Ahora las hierve y hace puré de papas… ahora sí: son un puré, no cada papa.

Cuando Dios nos procesa nos hierve, y nos conecta con los demás, entonces ya no priman las individuales. Somos UNA iglesia, no sólo una comunidad, nos sentimos parte del gigantesco cuerpo de Cristo.

“Padre; que sean uno… para que el mundo crea” Juan 17:21

¿Cuándo somos uno? ¿Cuando las papas son una? Sólo en el “puré”. Dejemos que el Espíritu trabaje en todos para lograr esa unidad. Para eso, Dios nos da herramientas:

  1. Virtud (areté; de donde viene arte. búsqueda de la excelencia)
  2. Conocimiento (si creo que ya sé, me niego a adquirirlo)
  3. Dominio propio (el conocer debe servirme primero para corregir lo que veo mal en mí)
  4. Paciencia (compromiso permanente)
  5. Devoción (pasión. Trasmitir vida en cada acto, contagiar vida)
  6. Afecto fraternal (entendernos como familia. Amarnos como hermanos)
  7. Amor (el permanente desafío de ser amor: no alcanza con enseñar o aprender)

Como cuando viajamos en auto. Si nosotros manejamos, no sabemos el camino. Podemos seguir creyendo que sí, pero finalmente nos perdemos.

Cuando dejamos que Dios sea quien tome el volante, vamos en la dirección correcta, la que quiere que tomemos, no los que nosotros creemos que sea.

Si manejamos, no disfrutamos el viaje. El acompañante puede mirar el paisaje, y estar atento al camino por el que va, prestando atención a donde lo lleve el viaje.

Confiamos en los caminos por donde Dios nos lleva, y nos dejamos llevar, nuestro viaje va a ser mejor. No porque el camino no sea complicado, sino porque quien maneja sabe dónde ir y nos lleva con amor, invitándonos a hacer el viaje con Él.


Agradecemos a Roberto Ciorciari por traernos este tema a la reunión de jóvenes del sábado 22 de julio