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¿Qué señal estás viendo?
28 abril, 2019 - 11:00 a 13:00
Organizer
Frente a la intersección de dos avenidas importantes en una ciudad, ¿cuál sería la señal más adecuada para evitar accidentes? (un semáforo por ejemplo). Frente a enormes ventanales que funcionen de puertas, ¿cuál sería la señal más clara para evitar chocarlos distraídamente? (un cartel pegado en ellos, seguramente).
Para recordar a los muertos de un accidente, guerra o catástrofe en determinado sitio geográfico, ¿cuál sería esa señal adecuada? (cruces quizás, placas de bronce, etc.)
Toda señal, obedece inevitablemente a una “convención” que hagamos de lo que significa para nuestro tiempo, nuestra cultura y nuestro idioma.
Frente a la tumba vacía, ¿cuál sería la señal más indicada para anunciar allí mismo, que hubo resurrección? (quizás la cruz vacía también).
¿Curioso verdad?, lo que parece tan claro para nuestra fe, no lo es al momento de identificarlo, “marcarlo” o simplemente “señalizarlo” (hay muchas señales que, como la cruz, pueden ser interpretadas en sentidos opuestos).
Los creyentes en la resurrección, somos herederos de una gran cantidad de signos y señales, tal como lo muestra Juan en el evangelio pero, somos herederos también, de las promesas dadas por Dios a sus hijos e hijas. Promesa dada en su Escritura.
Y si promesa, entonces también, palabra por cumplirse, palabra de la cual adueñarse y tomarla como propia.
¿Qué tan propia nos es la frase: “Como me envío el Padre, así yo los envío” (vers.21), ¿hasta qué punto te haces dueño de esta promesa? La respuesta en realidad, es simple: Te adueñas en la medida que estés dispuesto a aceptar y encarnar lo que esto significa. Dato que nunca es menor cuando las palabras son dichas por Jesús, en este caso resucitado.
Como nuestra fe es una fe “escritural” en tanto nuestro Dios se revela en un cuerpo escrito, esta es una “medida” (mayor de la que pensamos habitualmente) y con sus propios parámetros. No da lo mismo creer de cualquier modo en la Resurrección porque la Palabra escrita no lo explica de cualquier modo o en cualquier forma. Por ende, la frase del versículo 21 a la que hacíamos referencia, tiene sus propios parámetros para ser “encarnada” en nuestra vida. Te menciono los tres más elementales, vos seguramente vas a encontrar muchos más:
1º, debe haber Aceptación de la frase enunciada. En la Biblia no es nada más que darla como correcta gramaticalmente; aceptar es confesar al estilo de Marcos (vers. 28-29) que Jesús es Tú Dios y Tú Señor, ergo, saberse bienaventurado en esto como iglesia de Cristo ya que la experiencia post-pascual del Cristianismo es justamente, No ver y así y todo, creer y aceptar.
2º, debe haber Obediencia a los hechos presentados. La Fe no es solo lo que logras entender o justificar empíricamente. Se trata de ver esas marcas de clavos en quien antes creías muerto y que ahora, aunque no sepas como, está vivo. Quien acepta la tarea encomendada, la obedece, aunque no siempre pueda explicarse el porqué de ciertas situaciones y condiciones dadas.
3º, debe haber plena consciencia de la Autoridad que se ejerce en función de las promesas recibidas. La gente que no es consciente de esto, vive con desprecio y con superficialidad el “servicio del perdón” a otros y otras. El perdón en Cristo construye relaciones, marca entendimiento y posibilita diálogos que de otro modo serían imposibles.
El negar el perdón, y hacer que el otro cargue sus pecados a cuestas es una decisión de peso en la fe. Es un gesto “profético” de denuncia y anuncio en los hijos de Dios que exige igual coherencia y fuerza en el testimonio.
Estos parámetros también son elementales para la vida de la iglesia de Cristo a lo largo de los siglos:
- Una iglesia que creció sin ver, pero que fue bienaventurada porque de todos modos creyó.
- Una iglesia que aunque las cosas planeadas salgan de otro modo al esperado, de todos modos, obedece a Cristo.
- Una iglesia que aunque esté rodeada de signos de muerte en el medio en el que vive, anuncia con autoridad que la vida dada por el Cristo resucitado, puede más que cualquier muerte que la rodee.
Nunca olvides esto, solo se ejerce autoridad sobre aquello que se obedece, y solo se obedece aquello que se acepta y confiesa. Amén.
Audio de la prédica
Próximamente
Texto: Juan 20.19.31
Predica: Pastor Leonardo Félix
Iglesia Metodista de Almagro (Buenos Aires).
Domingo 28 de abril de 2019. 2º de Pascua.
Orden de culto
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