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Hay realidades que inevitablemente cambian
3 mayo, 2020 - 11:00 a 13:00
Organizer
“Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10)
Bienvenida e Invocación
Buenos días hermanas y hermanos. Mi nombre es Nora y les doy la bienvenida al culto del cuarto domingo de Pascua de la congregación de la Iglesia Evangélica Metodista de Almagro. El Espíritu del Señor esté al lado de cada uno de nosotros y nosotras en nuestros hogares. Este culto es para honra y gloria del Dios altísimo, uno sólo el Hijo y Espíritu Santo.
Nuestros hermanos María Elena y Horacio nos guiarán en la oración de invocación.
Escuchen la voz del buen pastor.
Señor, ayudanos a escuchar la voz del buen pastor y a seguirlo.
¡No escuchen a los falsos pastores ni a los lobos!
A los falsos pastores no les importa y los lobos arrebatan y dispersan.
No sigan a los bandidos y a los ladrones.
El ladrón viene sólo para robar y matar y destruir,
pero Jesús vino para darnos vida abundante.
Escuchen la voz del buen pastor.
Hoy, volvemos nuestros corazones y nuestra atención al buen pastor, que ama a las ovejas y nos conoce a cada uno por nuestro nombre.
Llamado a la alabanza
El Buen Pastor es el cuida muy bien a sus ovejas. Nuestro Dios es el Buen Pastor. El salmo 23 lo expresa con maravillosa certeza. Nuestra hermana Adriana nos acompaña con esta hermosa versión cantada del Salmo 23.
Cumpleaños
Ya comenzamos el mes de mayo, que nos encuentra todavía en cuarentena. El viernes se celebró el día internacional de los trabajadores en una época en la que no todos están trabajando y muchos preocupados porque no saben si conservarán el trabajo cuando la pandemia termine. Pero juntos en la firme esperanza de que el Señor no nos abandonará y que se cumplirá lo que Job anunciara en el capítulo 19 de su libro, versículos 25 y 26:
“Yo sé que mi defensor vive, y que él será mi abogado aquí en la tierra. Y aunque la piel se me caiga a pedazos, yo, en persona, veré a Dios.”
Va algo más de un mes desde que nuestro culto no es presencial y hoy queremos celebrar los cumpleaños de marzo y abril, como lo hacemos en nuestros encuentros dominicales de fin de mes. Los dejo con Mónica.
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Siendo primer domingo, en un rato compartiremos la Santa Cena. Te invito a que tengas preparado un trozo de pan o galletita y una copa con vino o jugo para que llegado el momento podamos hacerlo.
También te recuerdo que seguimos manteniendo nuestras actividades que te invitamos a compartir: el culto dominical, la reunión de oración los jueves, ambos de forma virtual. También siguen funcionando la atención pastoral, nuestra escuela en forma virtual y presencialmente el servicio a la comunidad que los días lunes ofrece a nuestros hermanos en situación de calle la posibilidad de bañarse, comer un plato de comida y llevar la ropa que necesiten. Aquellos que quieran hacer llegar sus ofrendas y diezmos pueden hacerlo usando los canales habilitados que podrán consultar enviando un correo a mayordomia@almagroconjesus.org o accediendo a nuestra web donde hallarán los números de teléfono www.almagroconjesus.org. Ofrendar es un privilegio que el Señor nos brinda para colaborar con su misión en la tierra, no lo olvidemos.
Lectura del Evangelio de Juan 10:1-10
Y ahora los invito a seguir la lectura que el calendario litúrgico indica para hoy, que la encontramos en el Evangelio de Juan, capítulo 10, versículos del 1 al 10.
Oración de iluminación
Nuestro pastor Leonardo nos guiará en la reflexión sobre la lectura, oramos por él en la seguridad de que el ES inspira sus palabras y que actúa también en nosotros para que su mensaje sea de edificación.
Mensaje
“Hay realidades, que inevitablemente cambian”, por el Pastor Leonardo Felix.
Toda alegoría, como en este caso que acabamos de leer, da siempre para infinidad de recuerdos, anécdotas y vivencias de nuestra propia vida. En el caso de la vida pastoral y de muchos otros también, las mudanzas son un buen ejemplo de por dónde entran ciertas cosas en la vida y cuál es la importancia real que tienen luego en nuestra vida (lo que tenemos que dejar, lo que tenemos que sumar a la nueva casa). Otro dato acuciante en este tiempo de cuarentena, es el encierro en nuestros lugares habituales donde vivimos. Ver la vida del hogar como un “confinamiento” para muchas personas, es percibir lo cotidiano de un modo completamente distinto al cual no estaban acostumbradas.
En el texto del evangelio de Juan, La puerta, su entrada al redil y quién cuida esa entrada también es una excelente metáfora de nuestra vida cotidiana como iglesia y en ese sentido, es bueno poder identificar las dos cuestiones básicas que el texto conlleva. Por un lado las palabras de Jesús dirigidas al grupo de fariseos que constantemente lo cuestionan y lo asedian y por el otro, la necesidad de Juan en su Evangelio de retratar esta alegoría como modo de prevenir a sus comunidades sobre los movimientos propios internos y ajenos que en toda comunidad se van dando permanentemente.
El redil, palabra en griego que nos remita al Ethos – corral – (de ahí nuestra palabra ética) como manera de identificar nuestro marco de comportamiento y pautas sociales a lo largo del tiempo, tiene dos modos de ser abordado en este relato. Por un lado por la puerta, su lugar correcto y por el otro, fuera de la misma.
El verbo que más veces se repite de un modo directo e indirecto es el OIR. Son las ovejas las que oyen, identifican y saben a quién obedecer y reconocer como Aquel que las cuida y no las tratará de matar, robar o simplemente destruir.
De este modo, dada la experiencia del Jesús crucificado y resucitado que vivimos como iglesia Post- pascual, nuestra guía es evidentemente el Espíritu Santo. Es este espíritu de Jesús el que guía a su iglesia a través del tiempo y es esta voz en la que hay que ejercitarse a diario para poder escuchar sin temor, vacilación o duda.
Siendo entonces que, El Espíritu Santo es la puerta de entrada de la experiencia de fe en Jesús para tu propia vida, la pregunta entonces central a la cual debe motivarnos el texto es: ¿Qué otras aberturas habilitamos nosotros a nivel personal y comunitario?
No siempre es una tarea fácil discernir las que se abren, las que deben cerrarse o aquellas que nunca tendrían que haber estado abiertas.
En todos los casos, podemos ver este texto de Juan como una clara invitación a abrir nosotros y dejar abierta esa puerta en la cual el guía indiscutido es Jesús y estar siempre atentos a otras aberturas que a veces se van produciendo como parte del mismo andar comunitario del cual ninguna iglesia está exenta.
Puerta de entrada y de salida a nuevas experiencias (Juan 10.2.-4). Un paso esencial a toda comunidad de fe es justamente que, si bien somos y queremos seguir siendo comunidad inclusiva que recibe a otros desde sus experiencias de vida y problemáticas, también es importante entender que Jesús nos invita a una salida de las paredes del templo, a pastos que el de antemano ya tiene preparados para nuestra vida comunitaria. Si bien parece una obviedad, es bueno recalcar este dato en donde, no solo basta con que otros nos conozcan sino que es imprescindible salir al encuentro del otro, al barrio y en lo que pasa alrededor. En esta metáfora los pastos donde alimentar nuestra evangelización no quedan circunscriptos al barrio como cercanía parroquial nada más, sino a nuestros propios vecinos y amigos en los lugares donde vivimos.
El evangelio es una invitación en todo momento a llamar a la comunión pero también a buscarla fuera en otros ámbitos donde también la vida dada por Jesús se manifiesta.
No toda experiencia es válida en sí (Juan 10.1 y 5). Desde ya que, salir de las paredes de nuestros templos (y en nuestro caso estar en nuestros hogares); implica necesariamente un acto de confianza en quien nos guía y también un riesgo en sí mismo. No todas las comunidades disciernen la conveniencia o no de todas sus acciones todo el tiempo. El activismo en este caso, es un mal que debemos evitar y al mismo tiempo tener presentes nuestros objetivos y metas planteados.
Y una vez más, el acento está puesto sobre las ovejas, o sea, todos/as nosotros/as. Ellas son las que tienen que poder oír la voz y distinguir claramente de dónde y de quién procede. La posibilidad de orar constantemente en nuestras casas y en la iglesia, así como el estudio continuo de la palabra deben poder asegurarnos este oír con sentido. Este oír renovado.
Elegir muerte o vida (Juan 10.6-10): Por último, el plano ético siempre presente que debemos tener en cuenta los creyentes en todo tiempo. Hubo, hay y habrá siempre diversas aberturas por las cuáles meterse a opinar, pelear y discutir, dentro y fuera de la comunidad, pero está claro que nuestro horizonte de referencia en la vida es Jesús, y esa es una puerta incomparable a cualquier estrategia que queramos poner por delante por más válida que nos parezca. El orar y leer la Biblia con frecuencia tendrán sentido en nuestras vidas, en la medida que estas acciones se reflejen en nuestra vida diaria, conducta y demás.
De un lado existe entonces, fuera del cuidado ético (del corral), un espacio donde lo que se roba, se mata y destruye es naturalizado como parte de lo que el mundo es y seguirá siendo; desde ese “adentro” del redil (un marco amplio y motivador para nuestras vidas), existe una vida plena y abundante sobre la cual poner nuestros proyectos y expectativas.
En todos los casos, somos nosotros los que seguimos teniendo la última palabra (o balido en este caso), para hacernos cargo de nuestras opciones y del “corral” dentro del cual queremos mover las decisiones cotidianas….
Que el Señor haga de esta su Palabra en el Evangelio, un desafío y una provocación constante a vivir plena y abundantemente la vida regalada de Su mano. Amén.
Abrimos la Mesa del Señor en nuestros hogares
Llegó el momento de compartir la mesa. Nuestro Pastor Leonardo nos acompañará en la institución de la Mesa, basado en la lectura de 1ra. de Corintios 11:23-26. Y cuando el finalice tendremos un momento para tomar el pan y el vino mientras escuchamos un hermoso himno en boca de Lucía. Quizás podamos unirnos en el estribillo que se repite 3 veces.
Institución de la Santa Cena
Cantamos “Su voluntad da gozo”.
Intercedemos en oración
Nuestro culto de hoy va llegando a su fin. Seremos guiados en oración de intercesión por Juan Daniel.
Envío y postludio
Ya estamos llegando al fin de nuestro encuentro. Dice una hermosa bendición:
Jesús, el buen pastor, te llama por tu nombre
y te envía al mundo.
Jesús, nuestro cuidador y nuestra puerta,
te protege en el camino, y con cuidado amoroso
restaura lo que el ladrón te pudo haber quitado.
Jesús, en cuya muerte y resurrección
fuimos bautizados,
continúa ofreciéndonos nueva vida
en el Espíritu, en nuestro caminar.
Así que vayamos
llenos del amor y la vida abundante
del Cristo resucitado.
¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡Gracias sean dadas a Dios!¡Aleluya!
Y nos despedimos hasta el próximo encuentro cantando con alegría, con la guía de Juan Daniel y Mónica: ¡Que no caiga la fe!
Cantamos “¡Que no caiga la fe!”
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