
- Este evento ha pasado.
Evento Navigation

Acomodando el blanco
22 marzo, 2020 - 11:00 a 13:00
Organizer
Buen día queridas familias en la fe….que este domingo sea Domingo de Gloria porque el Señor está en nuestras vidas. A continuación pueden leer y escuchar, desde el mismo celular o computadora, el culto para que puedan hacer en el hogar así como la predicación que también va como audio precedida por la lectura del evangelio correspondiente a este 4° domingo de Cuaresma. estamos en comunión y nos cuidamos.
Predicación Almagro. Domingo 22 de marzo de 2020. 4º de cuaresma.
Lectura del Evangelio
Texto: Juan 9. 1-41
Predicación
“Acomodando el blanco”
La cuaresma, aunque sea con cuarentena y en casa, sigue como tiempo de preparación que empezamos hace unos domingos desde el mismo Jesús y su resistencia, a la tentación que le propone Satanás, que nos irá llevando a otras “pruebas”. Pruebas donde tendrás que creer, aceptar o tratar de ver lo que otros ni siquiera se imaginan.
Como buen miope que soy, (los que usan anteojos lo sabrán) una de mis fantasías de adolescente (cuando empecé a usar los lentes) era la de que quedase completamente ciego. De cierta forma, era una realidad a medias en donde, si bien perdía la vista progresivamente, este proceso en algún momento se detenía, y se detuvo de hecho.
La propuesta del evangelio de Juan es clara y contundente: Solo Cristo puede devolverte la vista, solo Cristo puede dar luz a tu vida. Claro que, antes que nada, hay que convencerse de esto y a otras personas que esto es así. Y había que convencer a la gente de ese momento que lo que ellos estaban viendo, era efectivamente, así como se veía.
Les parecerá ridículo este tipo de construcción gramatical pero, en verdad, aunque vecinos, padres, amigos, fariseos y chusmas del ciego de nacimiento podían verlo con los ojos abiertos y caminando sin un bastón, sus ojos, les decían otra cosa. Seguramente nos habrá pasado esto más de una vez: “No puedo creer lo que estoy viendo…”
¿Qué sería más probable?, ¿qué tus ojos viesen lo que no hay o que tu mente negase de tal forma la información que recibe por la vista, al punto tal de esconderla?
El proceso es mucho más engañoso de lo que parece. Porque si bien sabemos que de cinco testigos oculares de un hecho, los cinco puedan dar cinco visiones distintas del mismo, con el ciego no sucede así. Tanto vecinos, amigos (aún los padres) y los fariseos, ven la misma cosa, sin mayores dudas: “no puede ser la misma persona”.
¿Cómo se pueden confundir de tal manera? Aquí está el transfondo de la historia del milagro: No se ve, aquello que no se quiere ver. Porque para el pueblo de Dios, toda enfermedad, era síntoma innegable del pecado. Todo desclasado social, leproso, enfermo, etc., etc. era la prueba de que habían pecado contra Dios.
Vivir de esta manera, es una terrible manera de ver las cosas que pasan. Vivir suponiendo que pagas deudas que ni siquiera sabés de dónde sale, te transforman la vida en una penosa carga de la que siempre te querés librar. “por algo le habrá pasado…” sentenciamos rápidamente a otros de los cuales ni siquiera conocemos su nombre. Este tipo de pensamiento te hacen Ver siempre, las cosas desde el peor lugar posible. Desde aquel donde nada más se puede cambiar, y todo ya está dicho o hecho.
¿Se acuerdan de Charlie Brown? El era el amigo inseparable de Snoopy (la historieta creada por el dibujante Charles M. Schulz). “Cierto día, estaba practicando tiro al blanco en el patio trasero de su casa. En lugar de apuntar al blanco, tiraba una flecha a la cerca, luego se dirigía hasta allí y dibujaba un círculo blanco en cualquier lugar donde hubiera caído la flecha. Lucy aparece y le dice: ¿por qué hacés esto Charlie?. A lo cual el responde sin ningún problema: “así, siempre doy en el blanco”[1]
Pecado, significa literalmente, “errar” en el blanco. También es pecado, suponer que aquello que dibujamos como correcto, necesariamente lo es. Esta es la historia de muchos de nosotros y nosotras que, cuando nos equivocamos diametralmente en la vida, suponemos que dibujar una nueva realidad que queremos ver, necesariamente nos salva. Lamentablemente así, nos vamos quedando ciegos, nos vamos quedando sin capacidad de discernir lo que Jesús nos quiere hacer ver.
Errar en el blanco es algo que se puede corregir con mejor puntería. Con decisiones que estén en manos de Dios como primer resguardo.
El pecar es una situación de la que se puede salir. Nadie está condenado a vivir con el pecado, ni con cargas propias y ajenas toda su vida; de esto, Jesús quiere liberarte.
Poder ver, no es solo la posibilidad de distinguir una flor de un martillo, o de usar anteojos o lentes de contacto. Es algo más.
Ver, es el regalo que Cristo quiere darte cada día. La posibilidad de soñar nuevos y mejores proyectos cada día, la clara seguridad que Dios tiene un propósito en tu vida, definido, único y seguro. Un propósito que el Señor quiere que aceptes en tu vida. Amén.
Te invito a que escuches esta hermosa canción de alabanza….y que sea nuestro querer también, “ver a Cristo”. Abrazos esperanzados y estamos en contacto y oración.
[1] Warren, Rick. Una iglesia con propósito. Pag. 163 (cap.9)
Texto: Juan 9. 1-41
Predica: Pastor Leonardo D. Félix
Iglesia Metodista de Almagro (Buenos Aires).
Domingo 22 de marzo de 2020. 4º de cuaresma.
Deje su comentario